A veces no entendemos los planes de Dios, sin embargo, los planes de Dios son perfectos, ¿por qué?…
Dios es la perfección misma, y nosotros estamos llamados a ir por el camino de la perfección, que es seguir su ejemplo de amor.
El camino no es nuestra voluntad, sino la suya, que es todo lo perfecta, segura, magnífica, como no lo es la nuestra.
Dios sabe lo que hay en tu corazón, lo que te gusta de este mundo y los bienes eternos a los que aspiras.
Hay personas que se conforman con poco, con gozar de esta vida, pero Dios tiene un plan mejor para ti.
Solo hay que saber escuchar, porque a veces Dios habla bajito, pero con una ternura incomparable a cualquier ser humano.
El plan de Dios es que primeramente le abras tu corazón, porque sin él, sin tu fe, no puede obrar, es un caballero.
Te respeta, te ha dejado en este mundo y te ha dado libertad para elegir entre hacer tu voluntad o la suya.
La tuya te parecerá mejor en ocasiones, la voluntad de Dios no es tan fácil de comprender porque no somos dioses.
No sabemos lo que ocurrirá el día de mañana ni cuándo será nuestra hora de rendir cuentas, hay cosas que solo le corresponden a Dios.
A nosotros nos corresponde confiar en Él. Si tienes un momento de sufrimiento, recuerda los momentos de luz.
Seguramente Dios ya ha obrado maravillas en tu vida, no hay que olvidar eso cuando vengan las tribulaciones.
Porque a veces habla bajito, y a veces su amor se siente tan fuerte, tan atento y calientito como un apapacho.
Vas a tener momentos de suma felicidad cuando te prestes a los planes de Dios.
Las dificultades son porque antes de construir una torre, hay que calcular si se podrá terminar.
Tú eres esa torre que Dios quiere construir, pero necesita de ti, de tu presteza a su voluntad, la estés pasando bien o no.
Porque si vienen las dificultades y caes, Dios podría pensar en no construir la torre.
Dios te quiere fuerte, te quiere guerrero o guerrera, porque te tiene preparado un reino eterno donde tú vas a interceder por otros.
Prestémonos a los planes de Dios, perfectos como la vida eterna.
