Alguien que había sido bautizado en la Iglesia Católica, y se cambió de religión, es católico para siempre.
Puede volver a ser católico, aunque en esa situación de haber recibido el bautismo, en realidad nunca dejó de ser católico a los ojos de Dios.
Para Nuestro Señor, todos los bautizados somos sus hijos. Y, por supuesto, incluso si ya eres mayor puedes recibir el Sacramento del bautismo, sin problema. ¡Felicidades si has decido seguir la fe Católica!
Hay muchos pasajes de la Biblia para explicar el amor que dios tiene para ti, Dios es misericordia.
De pronto sí, tal vez alguien te juzga cuando llegues a la iglesia, ¿pero eso te va impedir la vida eterna?
Dios quiere que todos gocemos de su gloria.
Si bien para ser un buen católico, y recibir a Jesús eucaristía, son esenciales los sacramentos de iniciación, tú puedes ir poco a poco.
Comenzar pidiendo perdón es una excelente opción; si te sientes dispuesto puedes ir directo con un confesor, o hacer una oración personal.
También puedes consumir contenido católico en películas, sitios web. Ya es un paso grande el que tengas iniciativa, la fe católica se trabaja día con día y lo mejor es que no estás solo.
En todas las parroquias hay grupos de jóvenes y de adultos donde se ayudan mutuamente. Eres bienvenido.
En el evangelio de Mateo 4,12-23 recordamos que cuando se llevaron a Juan el Bautista, Jesús siguió predicando en Galilea, entonces se cumplió lo que anunció el profeta Isaías: «Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz».
Dios no vino al mundo por los buenos, vino por los pecadores. No es necesario que todos seamos sacerdotes o religiosas, solo estamos llamados a servir de formas distintas.
Al ver a Simón y Andrés que eran pescadores, les dijo «Síganme y yo los haré pescadores de hombres», luego vio a Santiago y Juan, los llamó y ellos, dejando todo, lo siguieron.
Él para nosotros tiene preparadas grandes cosas, pero antes es necesario que lo sigamos, pues ¿si no estamos con Él, cómo podemos obtener lo que ofrece?
Por eso te propongo hacer esta pequeña oración para pedir perdón a Dios:
Señor Jesús, Tú dices: «Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos».
Yo te digo: Perdóname si es que he evadido tal conversión. Es fácil sentirse inmerso(a) en ese mar que ofrece el mundo.
Sé que me amas, y necesito pedirte perdón para acercarme más a ti.
Quiero ver con los ojos de la fe, y seguirte. Si Tú me pusiste en este mundo, por algo es.
Dame fuerza para dejar esas redes que me atan, y seguir tu camino.
Sé Señor, que lo que este mundo ofrece es pasajero y la vida que Tú ofreces es eterna. Quiero lo mejor, Señor, por eso me dirijo a ti.
Señor Jesús, perdóname por todas las veces que te he ofendido. Pensar que no lo he hecho sería agregar algo más a la lista.
Tú sabes que soy pecador, Tú conoces a detalle mis debilidades y, por eso, te pido que me ayudes a ser más parecido a ti cada día.
Más parecido en la misericordia, en la esperanza y en la fe.
Mi corazón humano es débil, pero Tú lo puedes revestir de fortaleza. No permitas que me suelte de tu mano. Guíame cada día. Ayúdame para aprender.
Dame fe para caminar por los senderos que tienes para mí, y que yo encuentre la fuerza para confesarme.
Dame esperanza para no desistir ante los obstáculos.
Dame caridad para buscar el bien común. Pues de tu mano, Señor Jesús, encuentro gracia pase lo que pase.
Gracias por tu infinita misericordia. Bendito Seas.
