Todo es regalo de Dios, incluso la enfermedad y la soledad. Pídele a Dios que te explique si no lo entiendes.

Una vez una señora pensó que la tablet de su hija era para picar verduras.

¿Por qué? Ella no sabía para qué era eso. Así nos pasa a nosotros.

Escrito por

Suscríbete y Recibe la Plantilla de Diario Católico

Comparte lo bonito

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *