Lo primero es ponerte en manos de Dios. Segundo prepararte física, mental, psicológica y económicamente.

La enfermedad es tu enemigo a vencer. O puede ser tú salvación depende como lo veas.

Si fuera tu enemigo, busca aliados en tu familia amigos etcétera. Recuerda que la unión hace la fuerza.

No te des por vencido, cuando caigas, vuelve a levantarte. No te quedes ahí pensando “es que ya no puedo” recuerda que tú peor enemigo puedes ser tú mismo.

Sigue siempre adelante. Habrá veces que des un pasito para atrás, pues tú das dos o tres para adelante.

Siempre avanza. No te desanimes, recuerda que no estás solo o sola.

Dios siempre nos acompaña. Bendiciones y ánimo. Dios contigo.

Rosa Vasquez
Últimas entradas de Rosa Vasquez (ver todo)

Comparte lo bonito