La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna), y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante. La fe nos llama a acoger la Verdad.
Más Contenido Interesante
Cuando Jesús dice, si tu ojo es ocasión de pecado sácatelo, si tu mano es…
La felicidad está dentro de uno. No al lado de alguien, sé feliz porque Dios…
La medida de la fe es el servicio. Una esperanza en Dios. Confianza y aceptación…
Sacar lo mejor de ti y ponerlo al servicio de los demás, para que los…