En el Evangelio de Mateo 13, 1-23 encontramos que Jesús estaba sentado a la orilla del mar (también Él disfrutaba de la bonita vista), llegó una multitud, subió a una barca y les empezó a hablar en parábolas (algo como cuentos).
Entonces les dijo que una vez salió un sembrador a sembrar (porque también descansan), y al ir arrojando la semilla unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron.
Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra, ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa, pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces, se secaron.
Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos, ciento por uno; otros, sesenta; y otros, treinta.
¿A Qué Se Refiere La Parábola Del Sembrador?
El sembrador es Dios. El padre mandó a su hijo Jesús para redimirnos. Nosotros también tenemos una misión, y no volveremos a Dios si no la cumplimos.
La semilla es su Palabra. En el tiempo en que Jesús estuvo en este mundo nos dejó su palabra que está en los Evangelios. Y en el antiguo testamento en innumerables ocasiones se toma la palabra de Dios Padre.
Ahora lo importante es qué hacemos con su palabra. ¿Somos terreno en el camino, entre piedras, o entre espinos?
El Terreno Somos Nosotros. Algo falta y sobra para ser tierra buena. No somos perfectos (creer que hacemos bien es soberbia), sin embargo, podemos aceptar nuestros errores para mejorar.
El Duro De Corazón Es Como La Tierra Del Camino
Las personas no somos malas por naturaleza, Dios nos ve a todos como tierra que puede dar fruto. Si no, no estaríamos en este mundo.
Lo que pasa es que a veces la tierra que se pisa mucho se vuelve dura, y es normal; de pronto si un amigo un día nos pone mala cara ya no cae igual de bien, y así nos vamos cerrando, incluso a escuchar la palabra de Dios.
«Qué flojera ir a misa», «tengo otras cosas que hacer». Eso es tener el corazón duro; sin embargo, Jesús edificó su Iglesia sobre roca cuando le encomendó la misión a Pedro. Hasta de las rocas puede sacar algo bueno si la roca se deja llevar.
El Que Se Tapa Los Ojos Tropieza Y Se Lastima
A veces, agobiados por el calor, buscamos la sombra (el amor de Dios), porque nos viene bien. «Y cuando no venga bien, adiós». El terreno pedregoso acepta la palabra, pero no la deja echar raíz.
Típico que se nos olvida de qué habló el Evangelio a los pocos días. Vamos probando muchas cosas, terminamos lastimados como la ovejita que se fue lejos en la parábola del buen pastor.
El terreno pedregoso lastima las rodillas, tal vez hemos hecho algo para que otros tropiecen, porque no dejamos que nuestra fe crezca. ¡Normal! Un ciego no puede guiar a otro ciego. Recuerda ajustarte el aumento seguido.
El Preocupado Por Las Espinas No Escucha A Los Pájaros Cantar
Ningún Santo la tuvo fácil, porque el premio es demasiado bueno para tenerla fácil. Cada uno no se dejó engañar por esas espinas conocidas como fama, fortuna y placer; o si se dejó, se confesó.
El terreno de espinas ya acogió la palabra, pero las preocupaciones de la vida no lo dejan escuchar al Espíritu Santo que nos ayuda a dar fruto.
Tal vez somos un terreno medio duro, con una que otra piedra y espina, y si bien es difícil, tenemos la esperanza de que no estamos solos.
Si aquí nos encomendamos a Dios, disfrutamos del canto de los pájaros y de su Espíritu, aunque no sea primavera.
Tenemos un camino recorrido, y tal vez no es muy bello, pero siempre se puede trabajar para dar el treinta, el sesenta, o el cien. ¡El doscientos solo Dios puede!
La perfección no es nuestra, sin embargo, algo podemos hacer. Si cada uno es tierra dura, terreno entre piedras, o entre espinos, eso es bueno preguntarnos para mejorar.
Tenemos pecados, pero quedarnos con ellos no es la mejor opción. No hemos nacido para la comodidad, sino para servir a Dios en esta vida y gozar con Él en la eterna. Dejemos que coseche de lo sembrado en su cruz.
Disfrutar de la palabra de Dios en la Biblia es de los mejores placeres de esta vida, aunque hablar con personas católicas también viene genial. En internet tenemos contenido católico; el Papa Francisco está en Twitter.
Mil bendiciones para tu terreno, tus frutos, tu amistad con Dios.