Un año termina y un año comienza, pareciera la misma historia, sin embargo, no lo es, tú no eres lo mismo que eras, Dios ha obrado en ti.
En 2023 enfrentaste retos, dificultades y lograste cosas que te hicieron crecer. Es Dios quien te lleva de la mano, Él es el motivo por el que al final del día no sabes cómo hiciste todo.
Por todos los días felices, por los de prueba, y por muchísimo más, por detalles que no podemos siquiera ver, hay motivos para darle gracias.
Gracias, Señor, porque este año despertamos todos los días con la esperanza de realizar nuestras actividades.
Gracias, Señor, porque nos has levantado cada día con tu amor, porque tú eres quien guía nuestros pasos y nos dice «Cuídate, te quiero».
Gracias, Señor, por nuestros seres queridos que estuvieron este año con nosotros, por todos sus abrazos, buenos deseos, conversaciones.
Gracias, Señor, por nuestros seres queridos que partieron este año para tu casa, por el tiempo que los dejaste con nosotros y la gloria que les concediste.
Gracias, Señor, por la comida que mantiene nuestro cuerpo sano.
Gracias por el alimento espiritual, donde te nos das tú mismo, con todo tu amor y nos das fuerza para dar un poquito del amor que tienes.
Gracias por las vocaciones a la vida consagrada que han respondido la llamada este año, dales fortaleza, Señor, que sepan que todo es obra tuya.
Gracias por los nuevos matrimonios, por esos bebés que vienen en camino, para quienes tú preparaste una vida maravillosa.
Gracias por el agua que riega nuestros campos, nos da cosecha, también por las personas que trabajan para nuestra alimentación.
Gracias por los jefes de familia, los gobernantes y los políticos que son fieles a tu doctrina.
Gracias por las amas de casa, entregadas al servicio, por las mujeres que van a dar a luz.
Gracias, Señor, por el trabajo, las fuerzas, paciencia y salud para realizarlo.
Nunca terminaremos de agradecerte todo el bien que haces. Quizás nunca terminaremos tampoco de pedirte gracias.
Pero, Señor, tú sabes lo que hay en nuestro corazón, cuáles son nuestras necesidades, anhelos.
Permítenos glorificarte con nuestras obras, para que así, Señor, muchos hermanos y hermanas se conviertan.
Gracias, Señor, por nuestra fe, la de nuestros seres queridos.
Gracias, Señor, por las personas que se han convertido este año.
Gracias, Señor, por el sí de los sacerdotes a nuestro alrededor.
Gracias por el sí de tu madre, la Virgen María. Permíteme decirte sí todos los días de este 2024.
Toma mi corazón, es tuyo, haz con él lo que quieras, con tal de aumentar tu felicidad y dicha con muchos hermanos gozando del cielo desde aquí en la tierra.
Gracias, Señor, por hacerme feliz. Gracias por permitirme cargar la cruz. Gracias por permitirme vivir.
Bendito y Alabado seas este año, el siguiente y por los siglos de los siglos, Amén.